Документ взят из кэша поисковой машины. Адрес оригинального документа : http://hist.msu.ru/Abit/es1.htm
Дата изменения: Unknown
Дата индексирования: Mon Oct 1 19:46:28 2012
Кодировка: Windows-1251
Исторический факультет МГУ. Образец вступительного задания
 
 
  Главная Абитуриентам Студентам Наука Кафедры Лаборатории Электронная библиотека Совет деканов  

Исторический факультет МГУ
Образец вступительного задания по испанскому языку


Hernán Cortés, quien fue el Conquistador de México por antonomasia, nació en Medellín, Extremadura, en 1485, del matrimonio formado por don Martín Cortés y doña Catalina Pizarro. Siendo de ingenio vivo, su padre quiso que estudiara leyes en Salamanca - uno de los tres caminos vocacionales para los hidalgos de la época: ciencia, mar o casa real-, aunque el mancebo no perseveró en el empeño sino dos años, y sirvió después a un escribano de Valladolid. Volvió a la casa paterna, y alternó el ocio con los lances amorosos, que en una ocasión le iban a resultar fatales al caer de una tapia que escalaba con imprudencia.

Al fin, con acuerdo de sus padres, decidió marchar a Santo Domingo, cuando contaba 19 años.

En la isla española de Cuba, Cortés fue encomendero, conquistador, escribano y cultivador. En Cuba emparentó con Diego Velázquez, al contraer nupcias con Catalina Juárez, hermana de la esposa de éste.

Era Cortés de ánimo esforzado, audaz, decidido, que, como héroe típico del renacimiento, sabía combinar el refinamiento con el arrojo.

Nombrado capitán para ir a tierra firme, se aprestó a reclutar gente y a obtener provisiones suficientes para la armada, aportando de su peculio la mayor parte de los recursos. Y en su estandarte que mandó labrar entonces, se veía una cruz y esta leyenda: 'Amigos, sigamos la señal de la cruz y con ella venceremos".

No obstante, la salida de Cuba fue precipitada y contra la voluntad de Velázquez, porque el gobernador, temeroso de las dotes de mando de su pariente político, quiso despojarlo de la dirección, lo que no pudo llevar a cabo, porque Cortés zarpó del Cabo de San Antón, dejando a Velázquez con su disgusto.